sábado, 28 de marzo de 2009
Piel de Fuego Por Ricardo Gonzlez Vigil
Domingo, 9 de Setiembre
Escríbanos
Letra viva
El gallo negro
Por Ricardo González Vigil
El legado de "Matalaché" (1928) de Enrique López Albújar, novela que pinta la pasión erótica entre una ama blanca y un negro esclavo, en el contexto histórico de la emancipación, resplandece más cautivante e intenso, con mayor expresividad verbal y mejor elenco de personajes en "Piel de fuego", la segunda novela del conocido cineasta Federico García (Cusco, 1937).
Supera a López Albújar en el retrato de la etnia negra, con su idiosincrasia, sus creencias y costumbres, su ingenio quimboso y destreza para improvisar versos en contrapunto (todos los insertos en la novela conjugan con brillo, ritmo, picardía y crítica corrosiva el orden existente). Y es que después de "Matalaché" la narrativa peruana ha ido adentrándose en la negritud con hondura creciente: desde José Diez Canseco hasta las voces culminantes de Antonio Gálvez Ronceros y Gregorio Martínez; paralelamente, se ha sabido difundir el tesoro de la poesía oral afroperuana. Todo ello lo ha sabido asimilar Federico García tendiendo conexiones entre lo andino (central en su filmografía y libros de ensayo) y lo afroperuano: "El indio le enseñó todo lo que sabía, y lo que aprendió el negro fue mucho. () Se dieron cuenta de que, palabras más, palabras menos, ambas religiones eran como dos caras de la misma moneda: Todo consistía en lograr una profunda identificación con el orden natural y la comprensión de las cuatro o cinco verdades que regían al mundo" (p. 125,145). Al respecto, recordemos que César Calvo (de ancestros amazónicos, autor de poemas en quechua y animador de Perú Negro, todo junto) ligó lo amazónico, lo andino y lo afroperuano en "Las tres mitades de Ino Moxo" (1981), triple herencia marginada por el "Perú oficial" (expresión de Basadre).
De otro lado, en comparación con "Matalaché" el género de la novela histórica ha cobrado vuelo en las tres últimas décadas con José Antonio Bravo (sus novelas sobre lo afroperuano en Saña), Luis Enrique Tord, Fernando Iwasaki y Fernando de Trazegnies. Repárese que la contextualización histórica no ha atado la rica imaginación de García para entregarnos un gallo de antología (matrero, rebelde, capaz de emborracharse, etc.), escenas de dionisíaca lujuria (la hacendada y sus negros en el lagar), el superolfato del lacayo Satanás, las tentaciones oníricas del cura en agonía o a Elena entrando y saliendo del espejo en el capítulo final.
TÍTULO"Piel de fuego"AUTOR Federico García H.EDITORIAL Ricardo Palma
ARGUMENTOBasándose en la tradición oral, la novela recrea las hazañas (a favor de la etnia negra, esclava todavía o viviendo liberta en la miseria) del mulato manumiso Matías Cotito, acaecidas en Chincha a mediados del siglo XIX. Las enseñanzas de Roncal (sacerdote de las deidades africanas) lo hicieron asumir orgulloso sus raíces y oponerse a los hacendados convertido en el misterioso Gallo Negro (a quien acompaña un gallo de pelea de color negro, legendariamente invencible). Esa trama se entreteje con la pasión amorosa que envuelve a Matías y Elena, la hermosa hija de la hacendada más poderosa (una viuda que une la tiranía a la lujuria en el trato con sus esclavos), a la cual pretende el torvo hijo de otro hacendado.